Editorial

La construcción de una doctrina jurídica nacional, con vocación universal, es un ideal al que aspira cualquier país con tradición, vocación y respeto por el derecho como el nuestro. Se trata de un reto –y en parte una obligación- para quienes trasiegan lo jurídico desde distintas áreas y responsabilidades.

Si se asume que el papel central de la doctrina es contribuir a hacer realidad la